Es cierto, no soy una princesa a la que se pueda salvar, hace tiempo que el reloj dejó de marcar las 12 y un minuto, que mi carruaje con blancos corceles se convirtió en una calabaza pequeña y naranja. Hace tiempo que mi vestido azul de brillantes volvió a ser un vestido hecho a jirones, que mi zapato de cristal se perdió para no volver a verlo mas. Hace tiempo que mi príncipe encontró una princesa mejor que yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario