Puede que no sea la más lista ni la más tonta; puede que tenga momentos de locura extrema; puede ser que no sea la persona más simpática del mundo, ni la más guapa, ni la más divertida. Puede que llore con demasiada facilidad, o que ria demasiado en los momentos menos oportunos. Tal vez haga demasiadas tonterías y no preste atención a lo importante. Lo más seguro es que no sea en nada perfecta y tenga mil defectos, pero esa soy yo, y nadie me cambiará jamás.
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